viernes, 16 de abril de 2010

Su "Santidad"





En estas últimas semanas han proliferado encuestas por internet preguntando sobre si el actual Papa debía dimitir por el encubrimiento de los casos de pederastia prepetrados por el clero católico "urbi et orbi". Y lo que es peor, por su orden de encubrimiento, dictada en su época de cardenal, amenazando con la excomunión a los que lo hagan público, incluso a las propias víctimas. Es decir, si abusan de un chaval y lo denuncia, puede ser "dado de baja" como católico.

¡¡¡ Cuanto me alegro de haber apostatado hace ya 35 años !!!

Aquí tenéis una dirección para leer la noticia en su formato original (en inglés): http://www.guardian.co.uk/world/2005/children.childprotection

Y aquí adjunto la traducción:

“Desde anoche el Papa Benedicto XVI se enfrenta a una demanda por obstrucción a la justicia, después de que se descubriera que había enviado una orden, según la cual las investigaciones y pesquisas que realizara la Iglesia sobre abusos sexuales cometidos contra menores fueran llevadas a cabo en secreto.
La orden fue dada en una carta de carácter confidencial (a la que ha tenido acceso The Observer), que fue enviada a todos los obispos católicos en Mayo de 2001
En ésta, se defiende el derecho de la Iglesia a mantener en secreto y a retener la evidencia durante un período de diez años, después de que las víctimas hayan alcanzado la mayoría de edad. La carta iba firmada por el Cardenal Joseph Ratzinger.

Los abogados de las víctimas afirman que la carta tenía como fin impedir que las denuncias de las víctimas salieran a la luz pública o fueran investigadas por la policía. Estos mismos abogados acusan a Ratzinger de “evidente obstrucción a la justicia.”
La carta que “atañe a muy graves pecados” fue enviada desde la “Congregación para la Doctrina de la Fe”, institución vaticana que sustituyo a la de la Inquisición, y a cargo de la cual estaba Ratzinger.
En ella se explica a los obispos la posición de la Iglesia católica ante una serie de temas que va desde la celebración de la eucaristía con un no-católico hasta el abuso sexual de un clérigo “a un menor de 18 años”. La carta de Ratzinger afirma que la Iglesia Católica puede reclamar la jurisdicción en aquellos casos en los que el abuso a un menor lo haya cometido un clérigo o sacerdote.
Asimismo se sostiene que la jurisdicción de la Iglesia dura hasta los dieciocho años del menor y otros diez más.
En la carta se ordena, además, que las investigaciones preliminares de cualquier denuncia de abusos sexuales sean enviadas al departamento de Ratzinger, el cual tendrá la facultad de entregarlas o no a un tribunal privado en el que “las funciones de juez, procurador, notario o representantes legales son desempeñadas únicamente por sacerdotes.”
“Este tipo de casos esta sometido a secreto pontifical” concluye la carta de Ratzinger. Romper el secreto pontifical mientras esté vigente la jurisdicción de los diez años acarrea penas que incluyen la excomunión.
La carta se hallaba formando parte de la documentación referente a una demanda presentada a principios de este año contra la Iglesia Católica de Texas y contra Ratzinger por dos presuntas víctimas de abusos sexuales.
Según los abogados de las víctimas, el Cardenal Ratzinger, al enviar esta carta, conspiró para obstruir la acción de la justicia.
El abogado de las dos presuntas víctimas, Daniel Shea, que fue quien descubrió la carta, dijo: “La carta habla por sí misma. Hay que preguntarse:¿por qué no empieza a funcionar el reloj hasta que el niño cumple los 18 años? Esto se llama obstrucción a la justicia.”
El padre John Beal, catedrático de Derecho Canónico de la Catholic University of America, en declaración oral jurada, el ocho de abril del pasado año, reconoció ante Daniel Shea que la carta ampliaba la jurisdicción y el control de la Iglesia católica sobre delitos de abusos sexuales.
La carta de Ratzinger estaba co-firmada por el Arzobispo Tarcisio Bertone, quien, en una entrevista de hace dos años, ya aludió a la oposición de la Iglesia católica a permitir que organismos ajenos a ella pudieran investigar las denuncias de abusos sexuales.
“En mi opinión, no tiene fundamento la exigencia de que un obispo esté obligado a contactar con la policía para denunciar a un sacerdote que ha admitido ser culpable de pedofilia” dijo Bertone
Daniel Shea criticó la orden de que las denuncias sobre abusos sexuales sólo pudieran ser investigadas en tribunales secretos: “Están imponiendo la doctrina y el secreto sobre estos casos. Si la justicia o los organismos legales descubren estos casos, pues entonces los afrontan. Pero no se puede investigar un caso si no se descubre. Y si logras mantenerlo secreto hasta que la víctima cumple 18 años y después otros 10 más, pues el sacerdote se libra”.
Una portavoz de la oficina de prensa del Vaticano declinó comentar el contenido de la carta de Ratzinger: “No es un documento de carácter público, así que no vamos a hablar de él.” dijo."


Si sumamos el contenido de las afirmaciones que Ratzinger realiza en esta entrevista:
http://www.youtube.com/watch?v=ajd-TM2AFZ8
podemos concluir que no se trata de una persona bondadosa, precisamente.

Lo más gracioso es oír que no debe irse por ser atacado por la opinión pública, pues para él se trata de aguantar contra viento y marea y emular el sufrimiento de Jesucristo en la cruz. En serio, lo he oído.