domingo, 25 de enero de 2015

¡¡¡Por fin es sincero!!!



Frase de Rajoy en la Convención de su partido.

"No nos podemos jugar el futuro de nuestros hijos a la ruleta rusa del populismo"

Leer más:  Rajoy: No nos podemos jugar el futuro de nuestros hijos a la ruleta rusa del populismo - Noticias de España  http://bit.ly/1ygvyz2

Si tenemos en cuenta que se entiende por populismo dar mensajes en las que prevalece lo emocional sobre lo racional, el liderazgo carismático, y frases hechas como que van a acabar con el paro, que España ya va mejor, que los españoles no pagaríamos el rescate de los bancos, que han hecho una ley de trasparencia, que han apartado a los corruptos del partido ....habría que analizar quiénes son los populistas.

Por otra parte, la frase del encabezado es una de las primeras verdades que reflejan preocupación en la cúspide del partido gobernante. "No nos podemos jugar el futuro de nuestros hijos (SI, SI DE LOS SUYOS).......". No vaya a ser que dejen de ser aristócratas y tengan que competir, apechugar y ganarse el pan con el sudor de su frente. Que los pobrecitos solo sudan en el gimnasio.

miércoles, 21 de enero de 2015

El mundo al revés




Ahora resulta que la “víctima” de las estafas, comisiones, inducciones a la corrupción y sobres con dinero “negro” del extesorero del PP, Luis Bárcenas, es el propio Partido Popular.
Que por otra parte resulta “beneficiario a título lucrativo” (así es como se define al que se queda con el dinero irregular, desde el caso del sr. Sepúlveda y su exesposa Ana Mato).

Además de ponernos boca abajo para que se nos caiga la calderilla que quede en los bolsillos de los ciudadanos y que se nos acumule la sangre en la cabeza impidiéndonos pensar correctamente, deben estar convencidos que somos todos gilipollas.
Son nuevas visiones de una realidad, como la “movilidad exterior” que decía Fátima Báñez,  la justificación de la retirada de la cobertura de la sanidad pública a los españoles de más de 26 años que no estuviesen cotizando “porque nuestros jóvenes son muy sanos y no la necesitan” que anunciaba Ana Mato, o el “crecimiento moderado” de los salarios que explicaba Cristóbal Montoro, o la “pérdida de miedo a encontrar trabajo” que comentaba recientemente Luis de Guindos.

Así que ya lo saben, los perjudicados por las tropelías de Bárcenas no son los españoles a los que se robó, tampoco las empresas que tuvieron que pasar por caja.  Son los que gozan de mejores instalaciones, de más dinero para “coleguillas” (o para ellos mismos), o para pagar a profesionales que nos embauquen con cantos de sirena para que los  representantes políticos de ese partido puedan seguir mangoneando las arcas públicas, que es en definitiva lo que les importa.
No les basta con “cobrarse” la pieza. Como buenas aves carroñeras todavía queda la “piel de toro” para negociar con ella y al final venderla al mejor postor.