lunes, 21 de junio de 2021

Derechas ?, Izquierdas?.....depende de según

 

Las verdades son dinámicas, no son inmutables en el tiempo, que se lo pregunten a cualquier astrónomo, físico o filósofo. Lo que ayer estaba prohibido hoy se celebra, ya sea el orgullo gay o las declaraciones de Galileo, y lo que hoy se cree, mañana se demuestra que no era cierto.

Veamos la evolución del tiempo respecto un centro educativo, la Universidad.

Cada ideología tiene sus razones, por muy contrarias que sean entre sí. A veces, nos encontramos con la sorpresa de que una forma de pensar apoya lo mismo que su antípoda “mental”..……en otro tiempo, aunque se siga utilizando como arma arrojadiza. Lo que, con otro sentido, viene a comparar la “maldita hemeroteca”, en TV.

Últimamente asistimos a un continuo reproche al gobierno de la nación llamándolo bolivariano socio-comunista y se consiguen victorias aplastantes en las urnas haciendo llamadas a favor de la libertad en contra de las restricciones impuestas por la pandemia. Pues bien, vamos a hacer un rápido repaso a cómo se ha entendido la financiación de la  Universidad pública a través de diversas ópticas. Recordemos lo que opinaban, en plan internacional, un comunista como Karl Marx, una canciller “de derechas” como Angela Merkel, o más domésticamente hablando, un liberal (José Luis Feito), un ministro conservador del PP (José Ignacio Wert) o el partido actual tildado de comunista (UP).

 

 Karl Marx:

 Investigando en la evolución de las tasas universitarias satisfechas por los propios alumnos al matricularse, encontramos una referencia  del periodista Christian Füller en el periódico Tageszeitung recogida en una tesis doctoral del Dptº de Sociología, de la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM1 que dice lo siguiente:

 Marx se oponía al programa del Partido Socialista en el que se defendía la gratuidad de la educación superior. Creía que la misión establecida de la universidad era beneficiar a la burguesía y que, por ello, era preferible que las clases trabajadoras –excluidas de la universidad- no la financiasen mediante sus impuestos. El Manifiesto Comunista defendía la educación gratuita para todos los niños en escuelas públicas por ser aplicable en “los países más avanzados” (Marx & Engels, (1848) 2000, p. 64), pero Marx no veía viable universalizar la formación a nivel universitario en el contexto del capitalismo industrial del siglo XIX.

“Si en algunos estados las instituciones de educación superior fuesen gratuitas, ello solo significaría que las clases altas mantendrían su educación a costa del bolsillo de los impuestos de la comunidad” (Negrete, 2013).

 

En el siglo XIX Marx se oponía a la gratuidad de la universidad porque, dadas las características de la época, el acceso a los estudios superiores estaba prácticamente vetada a los hijos de las clases trabajadoras que tendrían que contribuir con sus escasos recursos al incremento de la brecha social, cultural y económica de esos años. Lo defendía, razonaba y justificaba. En esa situación, probablemente no le faltaba razón.

 (1) Carañana, J. P. (2015). Las misiones de las universidades europeas y estadounidenses. Un análisis sociohistórico de sus transformaciones. Tesis doctoral. Universidad Complutense de Madrid.  https://eprints.ucm.es/id/eprint/33378/  

Marx, K. & Engels, F. (1848) 2000. Manifiesto Comunista. Online. Ediciones Elaleph. Leído en  http://www.upv.es/laboluz/leer/books/Marx_Manifiesto_comunista.pdf

Negrete, C. (2013). “Alemania acaba con las matrículas universitarias”, El Diario, 14 de marzo. Leído en: http://www.eldiario.es/internacional/Alemania-acaba-matriculas-universitarias_0_110939227.html

 

 

José Luis Feito:

 Un economista de corte liberal, como podrá verse con su curriculum, pues ha sido director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional, embajador de España en la OCDE, trabajó en el Ministerio de Economía y en el Banco de España, así como en banca de inversión. Fue consejero de varias empresas del IBEX, así como Presidente del Instituto de Estudios Económicos y presidente de la comisión de Economía de la OCDE. Actualmente es miembro de la junta directiva de la CEOE y miembro del consejo social de la Universidad Carlos III. Escribió un artículo titulado “El Estado de Bienestar es un Fraude”, en el Suplemento nº 4 de El Siglo de Europa, dedicado a “El futuro del Capitalismo”, patrocinado por el entonces todavía sólo BBV en la década de los noventa, en donde decía cosas como ésta:

 En los términos de los debates intelectual y político ya no se trata de si debe haber una economía dirigida estatalmente o no, sino qué tipo de intervención estatal es más eficaz dentro del capitalismo, dando por sentado que no hay nada fuera del capitalismo

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El Estado de bienestar tuvo como origen el proteger a las personas de edad muy avanzada que no tenían medios de vida mínimamente dignos y a los desempleados, pero, sin embargo, le surgieron rápidamente tres prolongaciones que son las que hoy están amenazando al capitalismo en el mundo. Estas tres prolongaciones fueron: en primer lugar, que lo que en principio era una protección mínima a los más débiles, a los desempleados que no tenían otro medio de vida, se transformó en intentar garantizarles una renta casi tan elevada como la que percibían los asalariados, los que estaban trabajando.

La otra prolongación fue que, del intentar garantizar unos mínimos asistenciales y un derecho a la educación básica, se pasó a garantizar los niveles de sanidad que permitía el Estado más avanzado en cada momento, a construir hospitales y a reclutar una legión de médicos y de investigadores, para que todo el mundo, no ya tuviera el acceso a unos niveles mínimos de sanidad, sino a los que permitiera el Estado más avanzado tecnológicamente. Por otro lado, la educación pasó de garantizar la mínima igualdad, mediante la provisión de unos niveles educativos de carácter general, a garantizar carreras universitarias.

La otra prolongación fue el que, no bastando todos estos mecanismos para reducir las desigualdades sociales, se pensaba que era necesario recurrir a los impuestos, a una política impositiva muy progresiva, para intentar igualar aún más los resultados de la sociedad.

Estos tres puntos constituyen las principales causas de los problemas coyunturales que hoy vive el capitalismo. El Estado de bienestar no protege hoy a los más débiles, protege fundamentalmente a los que tienen la suerte de estar al abrigo de alguna subvención estatal poderosa.

Además genera desigualdades que, a diferencia de las desigualdades que genera el mercado, no están justificadas por la eficiencia económica.  

Un resumen de esos pensamientos es simplemente decir que, el que más pueda…para él. “Su” Estado ideal es el salvaje, donde el más fuerte vence. Para ese “viaje intelectual” no hacían falta alforjas o, lo que es lo mismo, para esas conclusiones no hace falta mucho desarrollo teórico ni humano.

De forma global considera que el Estado de bienestar debe proteger a que los más débiles (ancianos y parados) con unas rentas mínimas, exclusivamente de subsistencia (vaya usted a saber cuáles son las necesidades que considera deben cubrir) para no poner “en riesgo” el capitalismo mundial, recurriendo a los impuestos progresivos e ignorando las recetas de Keynes, para superar la hecatombe capitalista del 29.

Algo parecido defiende con la Sanidad. Yo siempre recomiendo que, en caso de enfermedad o intervención quirúrgica menor, lo ideal es la sanidad privada, con hospitales cómodos, habitaciones individuales confortables, recursos agradables (TV, aire acondicionado, cama cómoda para acompañantes, buen restaurante y buena cafetería…), sobre todo si se puede pagar. Pero si la enfermedad es grave o la cirugía compleja….necesariamente hay que acudir a la sanidad pública, donde tienen “todos” los recursos médicos que pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte (todas las especialidades con sanitarios de guardia, oxígeno, todo tipo de sangre para trasfundir, análisis, radiografías, resonancias, etc. con resultados inmediatos, capacidad de traslado…). Sin embargo, este caballero considera que tener hospitales públicos, sanitarios suficientes, “investigadores”…es un lujo que el Estado no puede soportar. Volvemos al “¡¡¡Que inventen ellos!!!”, tan castizo y que, en tiempos de pandemia, se demuestra tan erróneo.

 Finalizando con la parte que nos atañe, la financiación educativa universitaria, también la tiene clara. Una cosa es pagar una educación básica general, la que permite disponer de mano de obra poco cualificada y por supuesto barata, y otra financiar una carrera universitaria. Así el acceso a estudios superiores solo será posible para las familias que tengan el dinero para pagarlo y no a los candidatos capacitados pero sin posibilidades económicas. Una forma muy sutil de perpetuar la diferencia de clases y que nunca el hijo capacitado de un obrero pueda dirigir la labor del hijo menos capacitado de un burgués, aristócrata o, como se denomina últimamente, miembro de la “casta”.

 

 

José Ignacio Wert:

 El ministro conservador del Partido Popular promulgó la Ley Orgánica para la mejora de la calidad educativa en 2013. Esa ley eliminaba la selectividad para el acceso a la universidad, dejando a las propias facultades el proceso de selección de su alumnado dando “peso” a la nota global de Bachillerato y a las notas específicas durante esa etapa para acceder a la carrera a seguir.

Subió las tasas universitarias entre un 30 y un 50%, para que el estudiante contribuyese a sufragar el gasto real de su plaza pasando del 15 al 25% aproximadamente del coste total. Con una penalización para los alumnos repetidores que implicaría tener que costear entre el 30 y el 40% (prácticamente “doblando” el pago de la primera matrícula) y subiendo nuevamente hasta costear entre el 65 y el 75% del coste la tercera matriculación (volviendo a doblar nuevamente el coste de la segunda matrícula). Finalmente, en caso de requerirse una cuarta matrícula, esta sufragaría el coste entre el 90 y el 100%, con otra subida de aproximadamente otro 50%.

 (https://elpais.com/sociedad/2012/04/19/actualidad/1334839235_884063.html)

Esto es una barbaridad que, sin embargo, tiene sus adeptos. Se justifica penalizando al mal estudiante, sin tener en cuenta que hay muchos alumnos que trabajan, que tienen dificultades familiares, caen enfermos o tienen accidentes, incluso parece que se trata de desmotivar al alumno “límite”, que tiene la capacidad “justita” y necesita más esfuerzo, más tiempo, más dedicación.

Obviamente, se vende como éxito de esta estrategia el que el alumnado incrementó el rendimiento tras la subida de las tasas, según el estudio publicado por el investigador en economía de la educación, el profesor Manuel Salas Velasco de la Universidad de Granada,  en la revista Higher Education. Lógico, el “sistema” echó de la Universidad a los alumnos con limitaciones económicas que no podían permitirse pagar las nuevas tasas. El propio estudio indicaba: 

“Una educación pública, sin embargo, debe garantizar el acceso a sus estudiantes, y subir el precio de la matrícula complica este acceso”

 

(https://cadenaser.com/emisora/2019/09/25/radio_granada/1569409589_158843.html).

Es decir, los alumnos con suficientes recursos económicos no tienen mayor problema que una mayor desembolso en el coste de su matriculación en la Universidad Pública y sin variación en la Privada. Los alumnos con menores recursos tienen que soportar un mayor coste en la única universidad a la que pueden acceder, la pública, y si se planteaban o necesitaban más de un año para aprobar curso completo, las tasas de matrícula les impiden continuar.

 

Angela Merkel:

 La canciller alemana, presidenta de un partido de “derechas”, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (CDU), en esas mismas fechas decretaba justo en sentido contrario a lo que se hacía en España, diciendo que tras la crisis económica del 2008 su país no podía permitirse perder conocimiento por falta de recursos económicos. A principio de 2013 se decretó la suspensión, en los dos landers que todavía cobraban tasas universitarias (Baviera y Baja Sajonia), y dejaron de cobrarlas.

http://www.eldiario.es/internacional/Alemania-acaba-matriculas-universitarias_0_110939227.html

 

 Unidas Podemos:

 En las últimas elecciones generales, el partido político que más puede aproximarse a la ideología comunista llevaba incluido en su programa lo siguiente: 

230. Universidad pública gratuita. La mayor parte de la financiación de las Universidades públicas ya procede del dinero público y no de su pago directo. Constatada esta realidad, el efecto de exigir pagar matrículas, crecientes además en la última década, supone la introducción de barreras poco eficientes para que los y las jóvenes más vulnerables no puedan acceder a la universidad. Con esta propuesta garantizaremos, en cambio, que cualquier joven que quiera y pueda estudiar los haga con igualdad de oportunidades, al margen de dónde haya nacido. Esta medida se extiende a la formación profesional en cualquier nivel e incluye la gratuidad de los másteres cuando sean habilitantes de manera oficial para ejercer una profesión. En los demás casos, el precio de los másteres bajará hasta al menos el precio actual de los grados.

 https://podemos.info/programa/

  

 Conclusiones:

 En definitiva, las razones de cada cual no se ocultan.

 El comunismo de hace más de un siglo se oponía a la gratuidad de la enseñanza superior porque eso solo favorecía a las clases más desahogadas, potencialmente con mayor accesibilidad a ese nivel educativo.

 El liberalismo se opone a la gratuidad de la enseñanza superior porque una cosa es facilitar la básica y otra que estudiantes sin recursos económicos pretendan acceder al nivel educativo universitario con el dinero que no tienen y se lo tenga que pagar el resto.

El partido conservador español desarrolla la estrategia liberal poniendo barreras económicas que compliquen el acceso a los menos favorecidos de nuestra sociedad.

Sin embargo, el partido conservador alemán, en la misma época elimina las tasas universitarias para tener a la población lo más formada posible.

Finalmente, el partido comunista actual en España vira 180º frente a lo que ese mismo partido propugnaba hace tiempo, y se alinea con el partido conservador……alemán.

Vamos que los conservadores españoles aplican las estrategias del comunismo que tanto critican y van en dirección contraria a sus homólogos europeos que van en paralelo con los herederos actuales del comunismo de este país.

 

Aquí algo ha cambiado y no nos dicen muy claramente qué o quiénes, todo se basa en eslóganes. Lo que queda meridianamente claro es que siempre media la lucha de clases.

En un caso para no favorecer a la aristocracia, en otro para no permitir que la capacidad y no la cuna lleguen a superar a los herederos de esa aristocracia rancia.

Sin embargo, Europa mira hacia delante y progresa utilizando a los más preparados.

Pues nada…..¡¡¡que inventen ellos!!!, que nosotros tenemos que aspirar a acceder al sector de la hostelería, pero simplemente como camareros de temporada.