jueves, 28 de julio de 2016

Lectura veraniega

Acabo de leer esta magnífica novela que, ambientada en el final de la primera guerra mundial y el comienzo del restablecimiento de la paz en un París que trata de mirar adelante, obtuvo el premio Goncourt (algo así como nuestro premio Planeta) en 2013.
 
La trama desarrollada atrapa desde el principio y sorprende su desarrollo, recordando recientes hechos acaecidos hace pocos años en nuestro país.
 
Existe un enorme paralelismo entre uno de los protagonistas, el teniente d´Aulnay-Pradelle y el que fuera ministro de defensa Federico Trillo-Figueroa, aunque hayan "vivido" en diferente época. Uno en la vida real y el otro en el imaginario del autor de la obra, Pierre Lemaitre. Ambos forman parte del ejército de sus respectivos países (uno como militar en el frente y el otro como ministro, que también organizó operaciones bélicas). Ambos son ambiciosos, consideran que el fin justifica los medios y los hombres a sus órdenes no son más que simples números que deben satisfacer sus deseos, incluso tienen apellidos compuestos. La falta de respeto por sus soldados, incluso por sus cadáveres y familiares, se pone de manifiesto en la novela, tal como lamentablemente ocurrió con la identificación de las víctimas del accidente del Yak-42 de triste recuerdo en nuestro país. Ambos lo hacen para mejorar su posición y ambos son capaces de cualquier cosa por conseguir el favor de su evidente superior (Marcel Pèricourt y José Mª Aznar, respectivamente). El de la ficción solo persigue enriquecerse y el de la realidad es capaz de trazar estrategias de defensa obstruccionista con la Justicia, como tuvimos ocasión de comprobar con el caso Gürtel en nuestra Comunidad, para medrar dentro de su partido y del gobierno. Con evidente éxito en ambos casos, el de la ficción entrando a formar parte de una noble familia y el de la realidad entrando a formar parte de un selecto grupo, el de los diplomáticos.
 
Las personas a las que deben obediencia y en cuyas manos está su futuro también son personas sin escrúpulos que, mirando siempre para otro lado, solo quieren salir indemnes de cualquier posible escándalo que arroje sombras de duda sobre su pérfida gestión.  
 
Aconsejable la lectura detenida y entretenida la casual (?) comparación.