Copago = Ensañamiento

Según la Real Academia Española, ensañarse es deleitarse en causar el mayor daño y dolor posibles a quien ya no está en condiciones de defenderse. Atacar a los más débiles de los débiles. Eso es lo que persigue, o al menos consigue, el copago en el sector de la discapacidad. No sabemos si con el deleite o no de los que lo han legislado.

 Con este nuevo sistema que entrará en vigor el 1 de enero, asistir a un centro ocupacional significará que, con independencia de los costes actuales, cada usuario deberá abonar dicho copago en una cantidad calculada como el 40% de la capacidad económica del discapacitado menos 160 euros, al mes. En resumen, si el usuario depende de la familia y no tiene ingresos su copago es cero euros. Pero si el usuario es huérfano, cobra alguna pensión de orfandad y ha heredado algún patrimonio o alguna pensión que suponga una barbaridad de ingresos para su subsistencia  de, por ejemplo, mil euros al mes, el gobierno valenciano le exigirá que abone 240 euros/mes para poder seguir asistiendo al centro. Y que se apañe con los 760 restantes, que para eso es un afortunado perceptor de una fantástica pensión, además de discapacitado y huérfano.

Si  la población discapacitada debe ser la más protegida, socialmente hablando, no es eso precisamente lo que hace el gobierno autonómico valenciano. Al contrario, lo que la nueva ley de copago implica significa la esquilmación del sector. No exageramos ni un ápice. Nuevamente según la RAE, esquilmar consiste en coger el fruto de las haciendas, heredades y ganados. No sabemos si es porque no se quieren mantener los derechos reconocidos en los países civilizados, democráticos y avanzados y estamos evolucionando hacia una nueva forma de nazismo que dudo que conozca la mayoría de los que les dieron el poder votándoles. Quizá porque los recursos hay que dedicarlos íntegramente al enriquecimiento de los privilegiados gestores que nos administran.  Que para eso, y no para otra cosa, parece que es para lo que se presentaron a las elecciones.

Una total y absoluta inmoralidad. Un abuso. Una indignidad para una sociedad que no puede permitir y no se merece estos gobernantes. Creo haber expresado claramente el motivo por el que digo que se ataca a los más débiles de los débiles.

Dejo al lector que deduzca lo que le pide el cuerpo, su corazón y su razón. Si yo lo hiciese a través de este medio imagino que me acusarían de apología del terrorismo. Y en eso si tendrían razón.

Lo que esta sociedad debería darse cuenta es que, excepto los que tengan suerte y mueran antes, todos los demás acabarán siendo discapacitados. Ceguera, sordera, demencia senil, Alzheimer, Parkinson…es lo que nos espera a todos. Y el copago lo han establecido para todos los servicios de las personas discapacitadas, tales como servicios de atención residencial, centros de día y noche, teleasistencia, ayuda a domicilio, viviendas tuteladas….

El nazismo los gaseaba. Al menos no sufrían tanto durante tanto tiempo. Estos han recuperado la Religión como asignatura. Hipocresía cinismo….¡Sepulcros blanqueados!