martes, 21 de abril de 2015

En este mundo traidor....



....nada es verdad ni mentira, todo es según el color con el que se mira.

Con respecto al caso de Rodrigo Rato estoy oyendo que ciertos sectores aseguran que denunciar públicamente sus quehaceres de prestidigitador (manejo "virtual" de empresas, facturaciones, beneficios, ingresos, gestores....) es una prueba de que el gobierno actúa con la máxima contundencia allá donde se produce un desatino, con independencia del color político del golfo de turno.
Yo pienso que también se puede decir que pillar a los golfos de un determinado color es lo más fácil, debido a la cantidad que hay con esa tonalidad.
Es decir, "trincar" a los colegas no es un mérito pues puestos a trincar a alguien, los golfos propios son los más numerosos y, estadísticamente hablando, es lógico que todas las bolas extraídas sean del mismo color. El bombo está lleno.

Otra cosa es pretender decir que el partido, en su conjunto, es una mafia, definida como asociación de criminales. Pero tampoco se puede negar que ha habido, y/o sigue habiendo, un conjunto de mafias dentro del partido integradas por destacados dirigentes que lo han sido. A las pruebas me remito:

Dentro de la Comunidad valenciana, que un presidente de Diputación esté en la cárcel no es bueno, pero si además era el presidente provincial del partido suena peor.
Que la anterior alcaldesa de la segunda provincia en importancia, y su antecesor, estén procesados por negocios de dudosa legalidad no da mucha credibilidad.
Que el conseller de "Solidaridad y Cooperación" esté pendiente de ratificación de condena por el Supremo por su aprovechamiento sobre fondos que debían haber ido a los más necesitados y resultar que eso lo era él, no queda bien. Máxime si era el portavoz del partido en el Parlamento autonómico.
Que la presidenta de las Cortes valencianas esté pendiente de una petición de once años de cárcel por parte de la fiscalía anticorrupción, tampoco es elegante y da que pensar.

Haciendo un poco de zoom y ampliando el foco a la política nacional, que el ex-tesorero del partido, y sus dos antecesores, estén imputados en delitos económicos, tampoco da buena imagen.
Que haya un ex-ministro y ex-presidente autonómico en la cárcel, pendiente de otros juicios, queda fatal.
Que nada menos que el sumo hacedor económico, ex-todopoderoso vicepresidente, haya perjudicado a tantos accionistas, engañado a tantos clientes, y pretenda eludir sus responsabilidades pecuniarias con subterfugios ilegales parece que es de una enorme falta de ética, moral y vergüenza.

Incluso volviendo al nivel autonómico, que el nº 2 del partido en Madrid esté ingresado en una de las prisiones que inauguró, suena a chiste.

Y, saliendo de las responsabilidades políticas directas, que el ex-presidente de una de nuestras mayores multinacionales puesto en el cargo por su compañero de colegio, crease una sociedad bluf carente de contenido que fue un auténtico boom en bolsa que costó miles de millones a los inversores, muchos de los cuales fueron a sus bolsillos y los de sus colaboradores más cercanos vía bonus y stock options, así como que otro amigo introducido por ese mismo político en adjudicaciones de toda clase de eventos y que llegó a ser testigo en la boda de la hija de su "protector" haya estado en la cárcel y espere permanecer mucho más tiempo en la misma, o que el compañero de promoción de inspectores, nuevamente del mismo repartidor de prebendas, haya llevado a la ruina y estafado a preferentistas y repartido tarjetas para gastos personales suntuarios totalmente ilegales, nos hace pensar que muchas de las formas de actuar que hoy están en los tribunales se predicaban y prodigaban con el ejemplo.
Pero no con el que nos decían nuestros padres.