viernes, 26 de abril de 2019

Otra más


Javier Maroto es el responsable de la campaña del PP en estas elecciones. Con independencia de la imagen y preparación de su pupilo como candidato para la presidencia del gobierno, creo que están cometiendo un grave error.
En un post anterior, el del 7 de abril titulado "Casting", ya comentaba el flaco favor del "jarrón chino" al actual presidente del partido al asumir protagonismo en actos y mensajes.
Esta semana ha vuelto a repetirlo. Dejando a la imaginación la puerta abierta a pensar si cuando dijo en El Ejido que los candidatos del debate a cuatro a Él le duraban "poco", no estaba incluyendo también a Pablo Casado.
Aznar: «Si tengo delante alguno de los candidatos de ayer, me duran muy poco». Para que nadie dude de la "fuente", se puede leer en esta noticia de ABC. Y, si se quiere interpretar personalmente, no por transcripción periodística, puede escuchársele en este vídeo

En cualquier caso, incluya o no al presidente de su partido, lo deja bastante mal al decir que a Él no le duran. Sin embargo, su supuesto actual jefe no pudo noquearlos.

Vamos, sr. Maroto, ¿por qué esa obstinación en sacar a la palestra a alguien que lo único que proclama es que Él era el mejor y lo habría demostrado?.

sábado, 20 de abril de 2019

Debate electoral


La próxima semana, lunes y martes, tendrán lugar dos debates, en la TV pública y en Atresmedia, entre los cabeza de lista con mayor representación parlamentaria actual. La Junta Electoral Central impidió la presencia del líder de Vox, quien presuntamente conseguirá varios escaños para su partido político.

Si repasamos los curriculums formativos de los cuatro candidatos nos encontramos con que probablemente el más preparado en teoría política sea Pablo Iglesias, profesor de la Complutense.
Pedro Sánchez también ha sido profesor de universidad y tiene una trayectoria política en la que ha demostrado ampliamente su capacidad para rehacerse ante los propios compañeros de partido que lo daban por amortizado. Albert Rivera, aunque joven, lleva bastantes años al frente de su partido al que ha ido haciendo crecer en representación e importancia. Pablo Casado es probablemente la excepción en este enfrentamiento pues su formación universitaria está en entredicho, su experiencia es escasa y su capacidad de formar equipo quedó comprometida al rodearse de personas que, como Suárez jr y Álvarez de Toledo, han hecho añorar las capacidades y conocimientos de Fraga, Sáenz de Santamaría, Pastor u otros.

En consecuencia, como en los combates de boxeo, es de esperar que quien tenga la consideración de "aspirante" sea Pablo Casado ante los otros tres candidatos. Y, como en la lucha pugilística, la estrategia del aspirante sea "ganar a los puntos" llevando la iniciativa e intentando impedir la concentración del contrario con permanentes interrupciones para demostrar su "agresividad y firmeza", conscientes sus preparadores de su incapacidad para noquear a ninguno de sus rivales.

Ante los burdos intentos de "aburrir" al auditorio, no dejando explicarse a sus contertulios, yo creo que sería conveniente, si finalmente eso se produce, cortarle con un mensaje firme que diga algo así como: "Por favor Sr. Casado, no sea chabacano y mantenga el nivel del debate. Para hacer interrupciones continuas hay otros programas, otros medios y otras expectativas diferentes a las de los televidentes. Respételos a ellos y a nosotros". Eso debería decirse en TVE. Yo no utilizaría el calificativo más habitual de verdulero en vez del de chabacano, pues es despreciar una noble profesión y eso no es correcto. En Atresmedia repetiría al día siguiente, si se vuelve a producir la situación: "Por favor, señor y señora moderadores, no permitan estas interrupciones continuas". Si esto último se dijese en TVE dirían que la TV pública está al servicio de intereses inconfensables.

Por otra parte, el sr. Casado tiene una cantinela continua en la que basa su candidatura, Cataluña.  Es muy probable que vuelva a increpar al sr. Sánchez con la pregunta de si indultará o no a los políticos catalanes que están siendo juzgados. El sr. Sánchez le ha contestado en innumerables ocasiones que hay que dejar y respetar a la Justicia. Es posible que convenga volver a decir eso cuando en TVE se lo vuelva a plantear. Se crecerá y afirmará lo que nadie dice pero muchos pueden pensar.
Al día siguiente, para desconcertarle, dejarle perplejo y no saber reaccionar, o hacerlo sobreactuando, yo le diría algo así como: "Sr. Casado, para ser licenciado en Derecho demuestra tener poco conocimiento de las leyes. Igual esas asignaturas también las aprobó sin ir a clase, o tuvo la suerte de que esos temas no salieran en examen. Para que su majestad el Rey conceda un indulto es necesario que haya una sentencia firme, que el reo manifieste su arrepentimiento, es conveniente que lo recomiende el propio tribunal o la fiscalía y que no lo rechace expresamente, que informe el centro penitenciario, que lo solicite el ministro de Justicia...., en fin, hay tantos prerrequisitos que solo un temerario irresponsable, indigno de presidir un país, puede contestarle".
Incluso añadiría algo así como: "Para su información, ¿sabe que hubo un caso de indulto que fue anulado por el Tribunal Supremo?. Le digo cuál, el de un conductor kamikace que ocasionó un accidente mortal. Defendido por el hermano del subsecretario del ministerio de Justicia, que trabajaba en el mismo bufete que el hijo del propio ministro, el sr. Ruiz-Gallardón. Es decir, nuestro sistema judicial es bastante más sólido de lo que parece que usted conoce".
  

miércoles, 17 de abril de 2019

Si uno no quiere, dos no se pelean


Nunca he estado de acuerdo con el título de este post porque, aunque uno no quiera, el otro puede estar buscando tanto la gresca que, al final, la consigue. Otra cosa es que los dos estén de acuerdo.

Este fin de semana el candidato a la presidencia del gobierno en las elecciones del próximo 28 de abril por el partido Ciudadanos, Albert Rivera, se plantó nada menos que en "Rentería" (pueblo abertzale donde los haya) a dar un mitin exaltando el españolismo. "Su" españolismo, por supuesto.

Teniendo todo el derecho del mundo a ir a donde le venga en gana y decir lo que quieran oír sus seguidores, parece que más que un acto de campaña local lo que pretendía era realizar un acto de campaña nacional, pero no donde estaba, demostrando que él no dudaría en utilizar todos los elementos de fuerza que le permitiese la ley para llevar a cabo sus postulados. Y, si la Ley se queda corta pero tiene votos o apoyos suficientes, pues se cambia y ya está.

Hace unos siglos, Voltaire ya dijo: "Podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo". Es muy democrático, sin duda, pero creo que hay que ser un poco más pragmático y no meternos en "charcos" gratuitamente, a no ser que nuestro propósito sea ese precisamente...."salpicar".

Cerca de mi casa, en Burjassot, hay un barrio que fue bautizado como Lian-Shan-Po, en referencia a los problemas de delincuencia y convivencia, que complicaba la labor de patrulla de las policías locales y nacional. Pues bien, yo me pregunto lo siguiente: ¿"sería lógico que el delegado en España de la prestigiosa firma de relojes Rolex, por ejemplo, hiciese una presentación del nuevo catálogo de la marca en ese barrio"?. ¿No sería más normal que fuese a Puerto Banús (Málaga), La Moraleja (Madrid) o el Club de Mar (Palma) a hacer esa presentación?.

Sinceramente, lo que queremos muchos españoles (confío que la inmensa mayoría) es que los políticos lleguen a acuerdos entre ellos que no busquen la confrontación, y menos con el propio pueblo, dejando a cada uno con sus convencimientos e intentando acercarnos a sus tesis con razones y diálogo, no a bofetadas, como bien dice el alcalde de ese pueblo. Por favor, dejemos al Séptimo de Caballería para las películas del Oeste o a los salvatrias en el Valle de los Caídos, la Plaza de Oriente o donde quieran, envueltos en sus banderas y con la nostalgia de un pasado que no debe repetirse.

domingo, 14 de abril de 2019

Debate electoral


Anoche, en la Sexta, pudimos asistir a un debate electoral entre mujeres representantes de los principales partidos que concurren a las elecciones del 28 de abril.

En primer lugar, hay que resaltar la falta de aceptación de la invitación a participar por parte de Vox. Inicialmente se podría pensar que, dada su ideología, no querían pisar el plató de esa cadena. Sin embargo, si han confirmado la asistencia de Santiago Abascal en el debate del 23 de abril en el plató compartido por esa misma cadena con Antena 3, lo cual nos hace pensar sobre su confianza en sus propios representantes, o representantas en este caso.

Tres partidos confiaron en mujeres que están en lo más alto de las listas.
El partido Ciudadanos lo hizo con Inés Arrimadas, ganadora en las últimas elecciones catalanas e indiscutible número dos del partido.
El PSOE envió nada menos que a una ministra del gobierno y Unidas Podemos a otra indiscutible cabeza de listas y referente del partido, Irene Montero.

Sin embargo, el PP envió a Edurne Uriarte, una tránsfuga del PSOE (llegó a formar parte de la ejecutiva del PSOE de Euskadi), catedrática por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (¿suena de algo?) y comentarista en los desayunos de TVE (con el advenimiento de su pareja de entonces, José Ignacio Wert al ministerio de Educación en esa época). ¿Acaso el PP no tiene mujeres de reconocida valía, o son tan buenas que pueden resultar peligrosas para algunos?, porque "su" debate fue una auténtica falta de respeto hacia el nivel de las otras contertulias y de los espectadores, intentando emponzoñar a otros partidos con sus propias miserias, no aportando nada, mintiendo descaradamente y repitiendo un estribillo que da que pensar. Que el PP ha demostrado gestionar mejor que nadie la Economía. Si, la suya individual, ya sea vía corrupción o con la utilización de puertas giratorias y medidas tan abominables como el impuesto al Sol, para mayor beneficio de las eléctricas y sus consejeros.

domingo, 7 de abril de 2019

Casting


No me gusta dedicar mi tiempo, ni el de nadie, definiendo las actuaciones de este "jarrón chino", que ha resucitado del letargo en que estaba gracias al advenimiento de su becario, nada menos que a la presidencia del partido.

No me llama la atención, pero quiero resaltar un par de cosas. Cada vez que el joven Casado acude con su mentor a un acto público, acompañándole, no acompañado por él, Ansar (apodo "cariñoso con el que era llamado por Bush Jr) va derechito, por el centro, dejando claro quien es el protagonista del acto. De hecho, en su reaparición en Valencia en el inicio de la precampaña electoral actual, retó a que le aguantasen la mirada a Él los que llamaban derechita cobarde a su partido. No a otro, a Él.

Hablar de la soberbia de este personaje es dedicarle un tiempo que no se merece. Pero si quiero reseñar su capacidad para seleccionar "equipo", concretamente, los Rato, Matas, Zaplana, Acebes, Blesa, Villalonga...

Con Rato se justificaba diciendo que Él no podía anticipar el comportamiento venidero de una persona en la que había puesto su confianza. Cierto. Pero hay una diferencia con cualquier otra persona. Un vicepresidente no cambia. Un niño si. Un joven también, pero cuando el árbol crece recto no se tuerce. Otra cosa es que "pinte formas".

Y podríamos aceptar que se hubiese equivocado en un caso, pero....qué pasa con Jaume Matas, o con Eduardo Zaplana, o con el responsable de Auditoría de Bankia, sr. Acebes? No son muchos errores para sentarlos a todos juntos en el mismo Consejo de Ministros?

O para colocarlos en grandes empresas. Quién "recomendó" a Miguel Blesa para presidir Caja Madrid?, su compañero de oposición, por supuesto. O quién colocó como presidente de Telefónica a Juan Villalonga, que propició la mayor bancarrota legal de este país con Terra, forrándose de paso?, su compañero de pupitre en el cole.

No son muchos los errores de casting cometidos por este señor, que sigue diciendo que Él no se equivoca nunca?

Pero, si hacemos zoom y vamos a la Comunidad Valenciana, nos damos cuenta de que no es un error. Es un proceso de selección que persigue no lo que todos imaginamos, sino otra cosa bien distinta. Un ejemplo que rasga las vestiduras nos lo aclara. Joan Lerma se equivocó con la selección de Rafael Blasco como Conseller. Al primer escándalo lo cesó.
Seguramente esa forma de actuar debió ser un atractivo para Eduardo Zaplana que, a su vez, lo nombró Conseller. Y ya sabía de que pie supuestamente cojeaba. Pero hay más, José Luis Olivas y Francisco Camps, sucesores de Zaplana, fieles al "Código ético" de su partido, lo mantuvieron como Conseller.
Efectivamente, ninguno se equivocaba. Debía tener el "perfil" adecuado a los objetivos que le asignaban, aunque le hayan llevado a la cárcel.