domingo, 7 de abril de 2019

Casting


No me gusta dedicar mi tiempo, ni el de nadie, definiendo las actuaciones de este "jarrón chino", que ha resucitado del letargo en que estaba gracias al advenimiento de su becario, nada menos que a la presidencia del partido.

No me llama la atención, pero quiero resaltar un par de cosas. Cada vez que el joven Casado acude con su mentor a un acto público, acompañándole, no acompañado por él, Ansar (apodo "cariñoso con el que era llamado por Bush Jr) va derechito, por el centro, dejando claro quien es el protagonista del acto. De hecho, en su reaparición en Valencia en el inicio de la precampaña electoral actual, retó a que le aguantasen la mirada a Él los que llamaban derechita cobarde a su partido. No a otro, a Él.

Hablar de la soberbia de este personaje es dedicarle un tiempo que no se merece. Pero si quiero reseñar su capacidad para seleccionar "equipo", concretamente, los Rato, Matas, Zaplana, Acebes, Blesa, Villalonga...

Con Rato se justificaba diciendo que Él no podía anticipar el comportamiento venidero de una persona en la que había puesto su confianza. Cierto. Pero hay una diferencia con cualquier otra persona. Un vicepresidente no cambia. Un niño si. Un joven también, pero cuando el árbol crece recto no se tuerce. Otra cosa es que "pinte formas".

Y podríamos aceptar que se hubiese equivocado en un caso, pero....qué pasa con Jaume Matas, o con Eduardo Zaplana, o con el responsable de Auditoría de Bankia, sr. Acebes? No son muchos errores para sentarlos a todos juntos en el mismo Consejo de Ministros?

O para colocarlos en grandes empresas. Quién "recomendó" a Miguel Blesa para presidir Caja Madrid?, su compañero de oposición, por supuesto. O quién colocó como presidente de Telefónica a Juan Villalonga, que propició la mayor bancarrota legal de este país con Terra, forrándose de paso?, su compañero de pupitre en el cole.

No son muchos los errores de casting cometidos por este señor, que sigue diciendo que Él no se equivoca nunca?

Pero, si hacemos zoom y vamos a la Comunidad Valenciana, nos damos cuenta de que no es un error. Es un proceso de selección que persigue no lo que todos imaginamos, sino otra cosa bien distinta. Un ejemplo que rasga las vestiduras nos lo aclara. Joan Lerma se equivocó con la selección de Rafael Blasco como Conseller. Al primer escándalo lo cesó.
Seguramente esa forma de actuar debió ser un atractivo para Eduardo Zaplana que, a su vez, lo nombró Conseller. Y ya sabía de que pie supuestamente cojeaba. Pero hay más, José Luis Olivas y Francisco Camps, sucesores de Zaplana, fieles al "Código ético" de su partido, lo mantuvieron como Conseller.
Efectivamente, ninguno se equivocaba. Debía tener el "perfil" adecuado a los objetivos que le asignaban, aunque le hayan llevado a la cárcel.

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