viernes, 4 de diciembre de 2009

Jordi Solé Tura


En una ocasión, como consecuencia de un ciclo de conferencias sobre la Constitución, tuve la suerte de cenar con Jordi Solé y escucharle.

Nos contó algunas anécdotas de aquellos tiempos de la transición, dando por natural acontecimientos que, a los pocos comensales que le acompañábamos, nos embelesaban notablemente.

Recuerdo su relato sobre la primera reunión de los protagonistas políticos que iban a "intentar redactar" nuestra Carta Magna y que, sentado frente a Fraga Iribarne, su primer pensamiento fué: "Este es el ministro del Interior que me metió en la cárcel". Y al cruzar sus miradas adivinó: "Y él debe pensar que, en cuanto se despiste, este rojo le quema el Congreso". Con ese espíritu iniciaron lo que luego acabó siendo un ejemplo de transición política desde la dictadura hasta la democracia.

También nos habló de otra vivencia personal, en directo, de uno de los episodios más vergonzantes de nuestra reciente historia, el 23-F. Estaba en su escaño, junto con Carrillo y cuando llamaron a Santiago para llevárselo, se dieron un fuerte abrazo de despedida, convencidos los dos de que iban a fusilarle, y no pudo evitar que le saltaran las lágrimas al suponer el triste final del intento de nuestro país de vivir en libertad.

Hoy ha fallecido una de las personas a las que nunca tantos sabremos lo mucho que le debemos.

Descanse en paz.

No hay comentarios: