"Venceréis pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta, pero no convenceréis porque convencer significa persuadir". Así se dirigió Unamuno a Millán Astray en la Universidad de Salamanca.El problema que más se ha destacado a lo largo de los tiempos y acentuado en determinadas ocasiones ha sido la consecuencia de las tensiones entre los propios jugadores. Unas veces por envidias, otras por aires de superioridad de los recién llegados, otras por no aceptar la disciplina de equipo.
Florentino Pérez es un hombre que siempre ha dado una imagen de seriedad, caballerosidad, inteligencia, astucia....pero en esto del fútbol se olvida de lo que soporta un club cuando las cosas vienen mal.....la afición. Ese grupo numeroso de personas que ni entiende ni le importa la recaudación por venta de camisetas. Esos fans que se hipotecan por seguir a su equipo y que, incluso, sufren infartos en el campo.
Tras una primera etapa de fracasos deportivos, esta viviendo una segunda en la que ha tenido la mala suerte de tener en las mejores condiciones al que siempre ha sido su peor rival, el Barça. Pero con un problema añadido, juegan de cine y cuentan con la columna vertebral de la selección que, por primera vez en la historia, consiguió un campeonato mundial. Y la cortesía, la dignidad, la educación, la deportividad, la camaradería con la que se expresan y comportan, tanto dentro como fuera del campo de juego, no tienen nada que ver con lo que nos muestran sus Mourinho, Cristianos, Pepes o Marcelos. Nada que ver.
¿Cómo consiente, sr. Pérez, que sus empleados den el deplorable espectáculo que dieron ayer en Villarreal?. ¿Dónde quedaron el saber comportarse, perder o empatar, pero con dignidad y orgullo?. Con la cabeza bien alta, no marchándose poco menos que a hurtadillas sin comparecer siquiera en la rueda de prensa.
¿Hasta cuándo va a mantener esa troupe de payasos antideportivos, por muy "mediáticos" que le parezcan?
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