lunes, 30 de marzo de 2015

De Julio Verne a Relatos salvajes


Si Julio Verne fue un precursor de los hitos tecnológicos que conseguiría el hombre (submarino, vuelta al mundo rápida, viajes a la Luna....), el cine no se queda atrás. Hay un género de películas denominadas de ciencia-ficción que son también una premonición de lo que acaba viviendo la Humanidad, con mayúscula.

Siendo yo niño tuvo mucho éxito la película Rififí, en la que una banda de ladrones asalta una joyería inexpugnable utilizando lo que después ha sido copiado una y otra vez, el llamado "butrón" que permite entrar en un local protegido desde el contiguo, más accesible, haciendo un agujero en la pared de separación.

Posteriormente, dedicado ya al mundo profesional de la informática, recuerdo lo que me emocionó ver una película de Sandra Bullock que he visto otras muchas veces, descubriendo siempre algo nuevo. Tiene ya veinte años La Red pero fue un anticipo de lo que han sido tesinas mías e incluso la tesis doctoral, donde se adivinaban las consecuencias del teletrabajo, la suplantación de identidad, la invasión de la privacidad, los riesgos ventajistas de generar software de éxito, etc.

Ha habido también películas que a mi mujer le gustaban poco porque decía que eran pura imaginación infantil. Me refiero a las de seguimiento de malos (o de buenos) a través de satélites, por la radiación de calor, a través de un chip.... Por ejemplo Enemigo Público, de Will Smith, Gene Hackman y Jon Voight. Recuerdo la expresión de mi esposa cuando, tras cargar Google Earth, vio su terraza, su jardín, fotografiados desde "el cielo". No podía dar crédito, pero empezó a "creer" en los guiones peliculeros, aunque no le gustase el mundo al que nos encaminamos.

Tom Cruise, en Minority Report, también nos dejó boquiabiertos con el manejo de aplicaciones / pantallas táctiles. Algo a lo que los presentadores televisivos e informantes meteorológicos, ya nos han acostumbrado en nuestros días.

Finalmente, lamento profundamente tener que utilizar el siguiente símil, pero no puedo dejar de hacerlo. Aunque tengo la certeza de que no están relacionados en esta ocasión, espero que a nadie se le de la idea. ¿Pero recuerdan cómo empieza una coproducción hispano-argentina muy premiada en 2014, de título Relatos salvajes?. La conexión Pasternak-Lubitz es obvia, superando tristemente la realidad a la ficción. 

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