lunes, 30 de marzo de 2015

Financiación ilegal de los partidos políticos en España

Casi todas las personas honradas tenemos claro que muchos de los partidos políticos de nuestro país con capacidad de decisión en la gestión pública consiguen recursos económicos vía subterfugios poco recomendables. Recuérdese el caso Filesa y téngase presente el entramado Gurtel, amén del 3% denunciado por Maragall en el Parlament catalán. Por aquello del "surtido variado".

Ese tipo de financiación, que se obtiene por donación voluntaria (aunque haya intervenido previamente la solicitud o exigencia a cambio de favores/adjudicaciones/legislación/...), llega bastante mermada a las arcas del propio partido (fin último para el que se pide), pues una gran parte se va quedando por el camino. No habiendo facturas, ni recibos, es humana la tentación de irse quedando un pellizco por todos los estamentos (léase golfos) por los que pasa.

Todos tenemos claro que eso es un robo a mano armada a las arcas públicas, que se ven perjudicadas con unos sobrecostes y/o con unos servicios u obras de menor calidad que la pagada con nuestros impuestos. Y nos rasgamos las vestiduras. Y confiamos en los jueces, que hacen lo que pueden pues no es fácil obtener pruebas de estas tramas corruptas.

A veces hasta oímos que el problema surge por una deficiente financiación de los partidos y es que ellos (los políticos) no quieren darse cuenta de que toda familia debe adaptarse a vivir con lo que tiene, no con lo que cree que merece. Pero con esa rastrera excusa se dedican a "recaudar" y sus dirigentes miran para otro lado pues entienden que es necesario y, si parte se queda en el camino, es la compensación a los que se la juegan. Máxime si les compensan a ellos con algún presente.

Pero no toda acaba ahí. Otra forma de financiación ilegal más frecuente, de la que sabemos pero nos damos menos cuenta de sus implicaciones, son los asalariados puestos a dedo por políticos en organismos o empresas públicas. ¿Cuántos Ayuntamientos, Diputaciones, Gobiernos Autonómicos.... hay sin cargos de confianza?. Porque cuando decimos que las Diputaciones, por ejemplo, podrían ser eliminadas para rebajar el coste público de unos servicios que deberían ser asumidos por otros estamentos, nos referimos a los diputados, que son la primera línea de coste.
Pero la necesidad de asalariar a los colaboradores fieles de cada partido a los que no se ha podido colocar en un sillón con representatividad, lleva a nombrarlos asesores o incluirlos en nóminas que incrementan el coste de la administración pública, cuando en realidad son costes que deberían asumir sus respectivos partidos.

En definitiva, hay dos vías para financiar a los partidos más allá de lo que les otorgan las leyes. Por la vía extorsión empresarial y por la de nepotismo/enchufismo con cargo al erario público.

En ambos casos pagamos los mismos, los que nos creemos que gozamos de grandes libertades. Me recuerda lo que significaba la libertad de prensa con Franco, que podías comprar el Ya o el Arriba en el kiosco que quisieras. Pues ahora igual, puedes votar al partido que quieras, el resultado en el aspecto aludido es parecido.

Luego se rasgan las vestiduras de la aparición y crecimiento de las alternativas, ya sean Podemos o Ciudadanos. Esperemos que nuevas caras, nuevos tiempos, traigan nuevas formas de actuar porque de lo contrario......  

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