domingo, 1 de agosto de 2021

Los impuestos que nos vienen

En un futuro muy próximo va a ser necesario legislar fiscalmente imponiendo un nuevo ingreso a las arcas públicas que disminuya el beneficio de los más vanguardistas a la hora de implantar soluciones automatizadas para disminuir costes e incrementar productividad y calidad, pero que ayude a equilibrar la responsabilidad del gestor público para con el Estado de Bienestar.

Obviamente una determinada ideología lo rechazará (la menos solidaria) y otra ideología lo defenderá (la que prioriza el bien común). Su puesta en marcha en nuestro país dependerá, en el tiempo, de quien tenga la mayoría parlamentaria en ese momento o sea una nueva imposición europea de obligado cumplimiento.

 En 2017 el Parlamento Europeo ya se manifestó de la siguiente forma: 

 Los Robots deben garantizar una regulación avanzada que pueda impulsar el desarrollo de la Robótica en un entorno que respete los valores propios del ordenamiento jurídico europeo, con pleno respeto a los derechos fundamentales consagrados en la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE (ley 12415/2007) (CDFUE) y en el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales (ley 16/1950) (CEDH).

 El objeto de este Derecho es doble:

·       distribuir los derechos y las responsabilidades que surgen de las acciones de los seres no humanos (lógicamente de cara a errores o decisiones comprometidas), y

·       regular el impacto social debido a la sustitución de seres humanos por robots y sistemas de I.A.

Contribuyen a la posibilidad de una especialización jurídica-robótica los desarrollos europeos en la materia, singularmente la Resolución del Parlamento europeo sobre Robótica de 2017, que mencionamos:

Resolución del Parlamento Europeo de 2017 para un Derecho Civil sobre Robótica.

 Motivos de la Resolución

 Con base en el Proyecto de Informe emitido por la Comisión de Asuntos Jurídicos el 31 de mayo de 2016, siendo ponente Mady Delvaux, el Parlamento Europeo emite su Resolución de 16 de febrero de 2017, con recomendaciones destinadas a la Comisión sobre normas de Derecho civil sobre Robótica (2015/2103(INL) .

 Comienza el texto con una Introducción en la que aparecen Frankenstein, el Golem de Praga y la inevitable referencia al robot de Karel Čapek, así como el anuncio de una revolución industrial propiciada por la Robótica y la Inteligencia Artificial. En un tono optimista destaca los avances en Robótica en la fabricación de automóviles y la industria electrónica y eléctrica, así como que las solicitudes anuales de patentes en el sector de la tecnología robótica se hayan triplicado. Considera que traerán eficiencia y ahorro en la producción y el comercio, en el transporte, la asistencia sanitaria, las operaciones de salvamento, la educación y la agricultura. Además destaca el envejecimiento de la población, aunque no concreta por ahora las aplicaciones de la Robótica en el cuidado de ancianos.

 A partir de aquí el tenor del documento cambia y los «Considerandos» pasan a tratar de los inconvenientes y peligros de esta nueva tecnología, en general coincidentes con su mayor ventaja: si los robots hacen el trabajo de los humanos, ¿de qué vivirán los humanos? Hay una directa referencia a la repercusión en el empleo y en la subsistencia de los sistemas de seguridad social sostenidos con las cotizaciones de los trabajadores. Y ante este problema, el Informe A8-0005/2017 (el inicial tras haber pasado por las comisiones asociadas, de 27.1.2017) propone……un nuevo impuesto finalista:

“Considerando que, al mismo tiempo, el desarrollo de la Robótica y la IA puede dar lugar a que los robots asuman gran parte del trabajo que ahora realizan los seres humanos sin que puedan reemplazarse por completo los empleos perdidos, cuestión esta que genera interrogantes sobre el futuro del empleo y la viabilidad de los sistemas de seguridad y bienestar sociales y sobre la insuficiencia continuada de las cotizaciones para los regímenes de jubilación, en caso de que se mantenga la actual base imponible, lo que podría acarrear una mayor desigualdad en la distribución de la riqueza y el poder… deberá estudiarse la posibilidad de someter a impuesto el trabajo ejecutado por robots o exigir un gravamen por el uso y mantenimiento de cada robot, a fin de mantener la cohesión social y la prosperidad…”.

Este párrafo pone de relieve el peligro de un declive de la clase media, y de una elevada concentración de la riqueza.

En consecuencia…….  

  • Pide a la Comisión que empiece a analizar y supervisar más estrechamente la evolución a medio y largo plazo del empleo, con especial énfasis en la creación, la deslocalización y la pérdida de puestos de trabajo en los diferentes campos / ámbitos de calificación, con el fin de determinar en qué ámbitos se está creando empleo y en cuáles se está perdiendo como consecuencia de la mayor utilización de los robots;
  • Destaca la importancia que reviste la previsión de los cambios sociales, habida cuenta de los efectos que podrían tener el desarrollo y la implantación de la Robótica y la inteligencia artificial; pide a la Comisión que analice los diferentes posibles escenarios y sus consecuencias para la viabilidad de los sistemas de seguridad social en los Estados miembros;

….

Poco después de esta Resolución, en la revista del Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación (COIT), pudimos leer este monográfico:

Anticiparnos al porvenir de la automatización inteligente   22/I/18 | Bit 207

 Senén Barro Ameneiro

Investigador del CiTIUS (Centro Singular de Investigación en Tecnologías de la Información de la Universidad de Santiago de Compostela)

Pensamos en Apple como una empresa de fabricación de teléfonos, tabletas, computadoras… pero realmente los diseñan y comercializan, al igual que una multitud de servicios, habiendo externalizado su fabricación. Como dice Enrico Moretti en su libro: The new geography of Jobs, cuando un estadounidense compra un iPhone en Internet, el único compatriota que lo ha tenido antes en sus manos es un trabajador de UPS.

Políticas públicas

Para paliar la influencia que pueda tener la automatización inteligente en la destrucción de empleo algunos expertos abogan por implantar progresivamente medidas como la Renta Básica Universal (RBU) o los impuestos a los robots.

Aunque nos parezca algo muy novedoso, conviene recordar que Richard Nixon promovió una ley para dotar de una renta básica a las familias pobres de EE.UU. Fue al comienzo de su presidencia, en 1969, y fueron los demócratas del Senado, curiosamente, los que echaron atrás la ley previamente aprobada en el Congreso, ya que querían una renta todavía mayor que la aprobada. Una vez más lo mejor es enemigo de lo bueno.

 Adopción de tecnologías

 La fábrica de móviles china Changying Precision Technology Company sustituyó por robots el 90% de su plantilla en 2015, pasando de 650 a 60 operarios. Además del enorme ahorro en costes que le supondrá una vez amortizada la inversión, la robotización de su actividad le ha permitido incrementar la producción en un 250% y reducir el número de defectos en la producción del 25% al 5%. Las tareas ahora automatizadas son las que realizaban personas en la cadena de montaje, para el transporte interno, el trabajo de almacenamiento y la distribución interna de componentes.

El proceso de “insourcing”, relocalizando nuevamente la fabricación, a través del “botsourcing” tiene ventajas importantes, como es controlarla de forma directa, beneficiarse de la innovación que esta puede producir en su entorno, evitar el pirateo de productos u otro tipo de malas prácticas empresariales, generar empleo local de alta cualificación, ligado a la fabricación y soporte de la automatización y más. La robotización y la introducción de más inteligencia en máquinas o la disponibilidad de nuevas máquinas para la fabricación no industrial de dispositivos, como las impresoras 3D, puede producir un fenómeno de “reindustrialización” en países que se sumaron en las últimas décadas al que fabriquen otros.

Así que: 

·     Solo un buen sistema educativo puede garantizar un capital humano bien formado y competente, pero si no se desarrollan las políticas públicas y la adopción de tecnologías, este tendrá que subemplearse o buscar en otros lugares o países un empleo acorde a su capacidad.

·      En caso de que sea solo la irrupción de la tecnología la que guíe la economía, en ausencia de la adecuada formación de profesionales y de políticas públicas regulatorias, fiscales o de acompañamiento social, tendremos una importante destrucción de empleo y un aumento de la desigualdad en la sociedad.

Tener buenas políticas públicas en concurrencia con la adecuada penetración y uso de las tecnologías no evitará una destrucción importante de empleo, pero al menos cabe pensar que se podrán en práctica medidas paliativas del desempleo y la desigualdad social. De no ser así, habrá un empobrecimiento generalizado.

 La discusión está servida. El listón será difícil de situar.

¿A partir de qué momento hay que hacer “cotizar” a la tecnología?. Utilizar la rueda fue un avance en su tiempo para mover cosas pesadas. El tractor, la cosechadora, la bomba de agua….amortizaron puestos de trabajo en el campo. El ascensor, el teléfono fijo, el móvil, el GPS, el ordenador…..también.

La alternativa vuelve a estar en cuánto hay que permitir que se beneficie a costa de los demás el más visionario, el más audaz a la hora de invertir, el más competitivo….y los que le sigan, o hasta dónde estamos dispuestos a permitir que se incremente el paro, el hambre, le desigualdad, la brecha social….

 ¿Habrá que recordar el “Dios aprieta pero no ahoga”, porque de lo contrario, tarde o temprano la historia se repetirá y asistiremos a una nueva “toma de la Bastilla”, o un nuevo “asalto de los palacios de invierno”?. 

Creo que volveremos a oír cosas como “¡¡¡quieren poner impuestos a los juguetes de los niños!!!” y lo que es peor, habrá quien lo creerá, voceará y hará coro.  

 

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