martes, 16 de marzo de 2010

Manuel Vicent


La nueva novela que acabo de terminar es de las que te traen recuerdos lejanos de vivencias similares que has tenido o, al menos, son cercanas.
La propia imagen de portada, con el Hotel Voramar de Benicasim, que fue escenario de la película "Novio a la vista", es la última escala que recorría en el tren antes de meterte en los túneles de "La Renegada", camino de las vacaciones estivales en Oropesa del Mar, de tantos y tan gratos recuerdos de infancia, adolescencia y primera juventud.
Una vez más, las personas, las situaciones, los niveles sociales (más bien políticos) consecuencia de vencedores y vencidos, así como la descripción de paisaje, luz, sensaciones, sentimientos... descritos magistralmente por Manolo Vicent, hacen que esta novela costumbrista sea leída en un santiamén, metiéndote de lleno en el sentir de los personajes. No es nuevo este dominio de la descripción del autor, pues no hay más darse un paseo en el "Tranvía a la Malvarrosa" para darse cuenta de la facilidad en plasmar en el texto escrito (en este caso, también en el cine) a los personajes, sus circunstancias, sus anhelos, sus frustaciones...., con las que te acabas identificando.
Todo un regalo para una magnífica tarde.

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