Hábil

Esta ha sido una nueva semana de montaña rusa con los temas de la crisis económica de la UE, agudizada por la situación griega.

Pero Yorgos Papandreu, causante del susto que conmovió conciencias y bolsas europeas con el anuncio del referendum de consulta a sus ciudadanos sobre la aceptación de las medidas de ajuste impuestas por los socios europeos, ha demostrado ser un auténtico felino.

Debió fijarse en lo ocurrido en Portugal, donde las medidas impuestas también por la UE para acudir a su rescate no fueron apoyadas por la derecha conservadora del parlamento luso y, en consecuencia, hubo que convocar elecciones generales que desalojaron al presidente Sócrates. Una vez con las riendas del poder, la derecha aplicó aquello de: no queriais caldo ?, pues tomad dos tazas. Las medidas que no aceptaron e hicieron caer el gobierno socialista, las aplicaron ellos en mayor profundidad. O con mayor saña, según se mire.

Algo parecido a lo que estamos viviendo en España.

Pues no, el sr. Papandreu, visto lo visto, no se ha dejado coger, o entrepatar. Ha soltado un órdago. Señores de la oposición, no quereis apoyar lo que hemos negociado y nos han impuesto ?, pues al hoyo. O lo que es lo mismo, preguntemos lo que opinan nuestros compatriotas. Como salga algo parecido a lo de Islandia, vamos listos.

Por supuesto, todo dependería de la manipulación de la pregunta. Veamos dos posibilidades con resultados diametralmente diferentes:

a) Acepta ud. los recortes que sean necesarios en su salario, su pensión y los sistemas públicos de educación, sanidad, protección social,....para mantener el sistema ?

b) Quiere ud. seguir perteneciendo a una de las economías más poderosas del mundo, garantía de estabilidad y bienestar ?

Pues eso. Con independencia de la redacción de la pregunta, Europa ya había advertido que dejaba congeladas las ayudas hasta que se deshiciese el entuerto lo que implicaba, automáticamente, la quiebra del estado heleno, la suspensión de pagos y la imposibilidad de hacer frente a salarios de funcionarios, pensionistas....
Ante esa situación y la responsabilidad que no iban a poder eludir, los conservadores han agachado las orejas y se han tenido que plegar a lo que es bueno y necesario para su país, aunque no lo sea tanto para ellos.

Toda una lección.