jueves, 18 de septiembre de 2014

Lóbulos


Curiosamente, el lóbulo cerebral derecho es el asociado a la imaginación, la creatividad, las sensaciones, el arte....mientras que el izquierdo es el que trabaja la lógica, la racionalidad, los conocimientos sistemáticos, el orden....

Aplicado a los partidos políticos habría quien estaría de acuerdo y quien rebatiría ardorosamente que eso no es así.

Pero da igual. Esta mañana, a cuenta del referéndum escocés para dejar al Reino Unido o no, en los Desayunos de TVE, he escuchado al periodista J.R. Gundín, de La Razón, decir que el sentimiento secesionista era propio de los ricos pues los pobres nunca se quieren independizar. Lo que viene a significar el reconocimiento de que aquí, en España, los catalanes son los que aportan y los "españolistas" son más bien Españo-listos que no quieren que se les vaya la "caja".

A su vez, Javier García Vila, de Europa Press, decía (*) que cuando pones la racionalidad frente a los sentimientos tienes poco que hacer, pues los sentimientos primarios son más fuertes y esto me recordaba la alusión de otro periodista, Sergi Castillo, que en su libro "Tierra de saqueo" afirma que el secreto del éxito del PP en la Comunidad valenciana radica en que el discurso de la izquierda analizando la gestión, argumentando y razonando es un discurso absolutamente secundario. De hecho, en el debate autonómico del 2007, cuando el candidato socialista analizaba la negativa gestión de Camps y el aumento del déficit, este último lo rebatió con un simple: "¿Por qué está en contra de los valencianos, por qué está en contra de que los valencianos crezcamos? (aunque sea en deudas, porque crecer todos lo podemos hacer endeudando a las generaciones venideras), para continuar hablando de sueños de grandeza, visiones, ilusiones y......arrasar en las urnas.

Por cierto, así nos va una vez puesto en blanco sobre negro los costes de visitas pontificias, Copas del América, Fórmulas 1, Terras míticas, aeropuertos fantasma, Ciudades de la Luz.....y tantas y tantas obras faraónicas que dieron trabajo temporal a unos cuantos, adjudicaciones a los más listos, sobres a muchos de los adjudicadores y deuda, recortes y paro a la mayoría de los valencianos, muchos de los cuales estaban encantados con votar a los flautistas de Hamelín de turno.

Y el trompetero mayor en Telefónica, con todas sus fechorías (¿presuntas y/o desconocidas?)  prescritas. Habida cuenta del tiempo transcurrido y la cobertura de sus sucesores y, en algunos casos, socios.


(*) A las 9h 14´del reloj, o bien a partir del minuto 43 con 30" de la grabación

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