martes, 22 de septiembre de 2009

Nueva precipitación


Nuestro presidente de gobierno ha vuelto a generar sorpresa, entre propios y ajenos, con sus declaraciones. Esta vez sobre una nueva modificación de impuestos, sin especificar el alcance.
Hace un par (o tres) de años nos sorprendió eliminando el Impuesto sobre el Patrimonio. Medida muy poco socialista, por cierto, pues eso de suprimir la contribución a los fondos del Estado de los afortunados ciudadanos que disfruten de unas posesiones significativas no parecía abusivo. Y ahora las arcas de ese mismo Estado necesitan ingresos. Pues es bien fácil sr. presidente... restablezca ese impuesto y no lo limite ligando su cuantía a la base imponible de la Renta, que así se podían hacer muchas trampas. Y el que no tenga ingresos para pagarlo, como se supone que tiene que comer, que vaya realizándolo.
Hay una lección que parece no haber aprendido, sr. presidente. Cuando negociaron con ETA y ud., en un momento de euforia, declaró que la solución del problema estaba cercana, dejó sin argumentos de limitación en la negociación a sus representantes que se vieron pillados por su anuncio y los de la otra parte aprovecharon para pujar más alto y ser más ambiciosos. Así pasó lo que pasó. Es el aeiou de las negociaciones empresariales y a ud., probablemente sin suficiente experiencia en estas lides, le pillaron de "pardillo".
Últimamente parece más callado y prudente, pero aún le falta otra "vuelta".

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