Decía así:
"Desde que los ministros de Rajoy, en especial Montoro y Ana Mato, decidieron explicar
didácticamente los porqués de la demolición del Estado, entendemos las cosas
mucho mejor.
He aquí un resumen, claro como el agua, de sus argumentos:
·
Se pone precio a la sanidad para que continúe
siendo gratuita y se expulsa de ella a determinados colectivos para que siga
siendo universal.
·
Se liquidan las leyes laborales para
salvaguardar los derechos de los trabajadores y se penaliza al jubilado y al
enfermo para proteger a los colectivos más vulnerables.
·
En cuanto a la educación, ponemos las tasas
universitarias por las nubes para defender la igualdad de oportunidades y
estimulamos su privatización para que continúe siendo pública.
·
Al objeto de mantener el orden público
amnistiamos a los delincuentes grandes, ofrecemos salidas fiscales a los
defraudadores ambiciosos y metemos cuatro años en la cárcel al que rompa una
farola.
·
Todo este programa reformador de gran calado no
puede ponerse en marcha sin mentir, de modo que mentimos, sí, pero al modo de
los novelistas: para que la verdad resplandezca.
·
Dentro de esta lógica implacable, huimos de los
periodistas para dar la cara y convocamos ruedas de prensa sin turno de
preguntas para responder a todo.
·
Nadie que tenga un poco de buena voluntad pondrá
en duda por tanto que hemos autorizado la subida del gas y de la luz a fin de
que resulten más baratos
·
y
obedecemos sin rechistar a Merkel para no perder soberanía.
·
A no tardar mucho, quizá dispongamos que los
aviones salgan con más retraso para que lleguen puntuales.
·
Convencidos de que el derecho a la información
es sagrado en toda democracia que se precie, vamos a tomar RTVE al asalto para
mantener la pluralidad informativa.
·
A nadie extrañe que para garantizar la libertad,
tengamos que suprimir las libertades."
Suscribo todo lo anterior y echo en falta comentarios sobre estos otros extremos, no menos clarificadores, pues no menciona:
lo de la congelación del salario mínimo y de los funcionarios y los incrementos de impuestos (para impulsar la economía),
la ley de trasparencia (decir siempre la verdad),
la modificación de la despenalización del aborto (para proteger la maternidad),
la persecución de ETA que ahora ya tiene una dimensión política,
la lucha contra la corrupción (se expedienta al juez y se destituye a los investigadores del Gürtel), etc, etc.
¡¡¡Y sólo llevan 120 días!!! Eso si es trabajar, hay que reconocerlo
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