Si ser de derechas es incentivar, motivar y premiar el
esfuerzo, entonces soy de derechas
Si ser de izquierdas es no permitir grandes desigualdades
sociales, entonces soy de izquierdas
Si ser de derechas es penalizar el delito endurecer las
leyes y aplicarlas, entonces soy de derechas
Si ser de izquierdas es entender las circunstancias en las que se yerra y, si se ve posible, aceptar la reeducación, entonces soy de izquierdas
Si ser de derechas es exigir el derecho a la protección y a
la seguridad, entonces soy de derechas
Si ser de izquierdas es exigir un trabajo digno, una
vivienda digna e igualdad de oportunidades para todos, entonces soy de
izquierdas
Si ser de derechas es facilitar la actividad privada
(sanitaria, educativa, ahorradora…), entonces soy de derechas
Si ser de izquierdas es exigir coberturas sociales de
calidad (sanitaria, educativa, pensiones, paro, ayudas por recién nacidos…),
entonces soy de izquierdas
Si ser de derechas es apoyar al clero y sus directrices
(aborto, matrimonio, divorcio, subvenciones….), entonces soy anticlerical de
izquierdas
Si ser de izquierdas significa poder llevar a cabo huelgas,
manifestaciones… que, con su legítimo derecho, lesionen los intereses de los
demás, entonces soy de derechas
Si ser de derechas, o de izquierdas, es permitir la
existencia de “bolsas mafiosas”, como notarios, registradores, farmacéuticos,
controladores aéreos…., entonces soy antisistema
Si ser de izquierdas, o de derechas, es mantener en sus
filas a políticos corruptos, entonces soy islamista radical
Si ser de derechas, o de izquierdas, es mantener la
presunción de inocencia para justificar la continuidad de gestores públicos,
entonces soy anarquista
Si ser de izquierdas, o de derechas, es ocultar la verdad a
los ciudadanos para que no duden de nuestra democracia, entonces soy un
indignado más.
Con razón, a veces ni yo mismo me entiendo, pero creo que está claro.
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