martes, 1 de diciembre de 2015

Elecciones generales 2015



Tras el debate organizado ayer por el diario El País, se confirma la ausencia del candidato a la presidencia del gobierno por parte del PP, que repetirá escondrijo el próximo lunes ante el nuevo debate que se transmitirá en directo por Antena 3 y la 6ª.

Es cierto que, tradicionalmente, el debate que acaparaba todas las atenciones del electorado se producía entre el titular de La Moncloa (o sucesor) y el aspirante. O lo que es lo mismo, entre los candidatos de AP--> PP y PSOE. También es cierto que el poco margen a la imaginación e iniciativas en el desarrollo de esos debates acababa derivando en un aburrimiento generalizado de la audiencia al presenciar el desarrollo de un guión tan encorsetado que hacía que cada uno soltase su "rollo", sin razonar o tratar de desmontar las afirmaciones del adversario. Seguramente se debía a la falta de confianza en su líder por parte de los responsables de campaña respectivos.

La nueva situación del país, que está vivo y evoluciona, nos lleva a que en esta ocasión la final está más reñida que nunca pero no entre dos candidatos, sino entre cuatro. Los nuevos partidos surgidos del descontento con los tradicionales han ido ganando fuerza y, según las encuestas y los resultados de elecciones europeas, locales y autonómicas, han irrumpido con inusitada fuerza en las Instituciones. Ello lleva a los medios de comunicación a contar con los "cuatro finalistas", donde se da además la circunstancia de que, ya sea por la novedad del tetradebate o por la juventud y frescura de los nuevos contrincantes, se margina la negociación para establecer temas-turnos-duración-....
No menos previsible es que los tres aspirantes ataquen al unísono al titular para ir eliminando competidores, pero tampoco hay que dudar de que el actual "titular" debe ser el más entrenado con las apariciones públicas y, sobre todo, el que cuenta con la más actualizada y real información.

Claro que otra cosa es que el director de campaña, en el caso del PP, lleva cuatro años viajando y trabajando día a día con el candidato, lo conoce profundamente, sabe cómo ha reaccionado en multitud de ocasiones y cuáles son sus puntos fuertes y sus fisuras. Por otra parte, Jorge Moragas es inteligente, lleva años en esto de la política y sabe que el resultado electoral de su partido no va a ser bueno, al menos comparado con el que lo llevó a la Moncloa. Y él va a ser el responsable del éxito o del fracaso, dentro de la "pinza" con la que se la juegan.

Llevar a Rajoy a debatir frente a tres candidatos opositores más jóvenes que él, con mejores reflejos y muy bien preparados solo puede ponerle en riesgo. Si pensase que el resultado del debate iba a ser favorable para el actual presidente del gobierno lo llevaría  y, aunque sabe que las flores iban a ser para su jefe, es su trabajo y recibiría su compensación. Pero si el resultado fuese malo, lo echarían a los caballos, no a Rajoy, a él. Nadie diría que cómo se había atrevido a llevar a alguien que todos pensaban que no tenía nada que hacer, pero si le dirían que no lo había preparado suficientemente y la responsabilidad de que muchos de sus colegas se quedasen sin sillón se la atribuirían personalmente.

Así que, no hay duda de que perder algunos votos es mejor que perder muchos y esa, sin duda, es la correcta valoración que el responsable de campaña ha hecho, aunque eso nos haya impedido disfrutar con los dimes y diretes que, esta vez, seguro que nos habrían enganchado a la tele.

Otra vez será, cuando el nivel de los contrincantes sea parecido.


















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