lunes, 7 de diciembre de 2015

Gestión productiva y garantizada

Una afirmación vertida frecuentemente cuando se generalizan los resultados económicos de las mal denominadas "izquierdas" o "derechas" consiste en decir que las izquierdas distribuyen la pobreza pero las derechas crean riqueza.
O lo que es lo mismo, las izquierdas no generan más recursos que los existentes y se conforman con redistribuirlos más solidariamente mientras las derechas generan más oportunidades de enriquecimiento para el conjunto de la sociedad, aunque incrementen la brecha social y económica.

Vamos a ver lo que está sucediendo con la gestión/administración de la fuente con más beneficiarios que tiene nuestro país, las pensiones de la Seguridad Social, de las que dependemos la mayoría de los españoles. Evidentemente hay muchas formas de observar la situación: incremento/decremento de cotizantes, promedio de dicha cotización, expectativas de longevidad de la población, beneficiarios actuales y futuros, nivel de derechos adquiridos...... pero vamos a analizar la situación más simple, la que hacemos todos antes de ver cómo están evolucionando nuestros gastos/ingresos, vamos a ver cuánto tenemos. Ya sabemos que las pensiones de la SS se nutren principalmente de las cotizaciones de los trabajadores y empresas en activo, pero hay un "fondo" que sirve para insuflar recursos en el sistema o detraerlos cuando hay algún desequilibrio.

Desde el comienzo del actual milenio, la evolución es la de la gráfica (véase la página 7 del documento oficial)

 
Vemos un crecimiento exponencial que abarca desde el año 2000 ininterrumpidamente hasta el 2010.

Esta tendencia se mantiene durante toda la etapa de socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, llegando a un máximo de más de once "billones" de las antiguas pesetas, pese a que se le suele acusar de todos los males de nuestra economía, y tan solo se quiebra a partir de la entrada de Mariano Rajoy como presidente del gobierno (véase la página 13 del siguiente pdf):



Otra forma de ver esta última evolución es la que contempla la metida de mano en la hucha alimentada durante los años anteriores para poder cumplir los compromisos de pago actuales, pese a esa mejoría de empleo tan cacareada en estos tiempos electorales que permite intuir la realidad de la calidad de empleo generado en base a su cotización, pues la pirámide de edad y la cuantía de los derechos adquiridos no han sido una sorpresa sino los inmediatos, previsibles, que no han podido descuadrar las cuentas (disponible en esta imagen).



De forma resumida, y más actualizada con los datos de este mismo año, llegamos a esta forma de campana de Gauss, construcción resultante de los datos anteriores más los facilitados por el propio Ministerio de Trabajo.


Dejo al amable lector su opinión respecto la realidad tan generalizada y vertida al comienzo de este post, así como su libre elección de voto para el próximo 20 de diciembre, confirmando si quiere que se mantenga la actual tendencia y se complete dicha campana.

Estos son los datos, no otros. Al menos respecto un tema tan sensible como el presentado.

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