jueves, 15 de octubre de 2009

Transparencia, imagen o ... paripé ?

Está bien que, como declaración de intenciones, los miembros del gobierno estén obligados a informar sobre la cuantía de su patrimonio personal y a que se publique en el BOE ( http://www.boe.es/boe/dias/2009/10/15/pdfs/BOE-A-2009-16468.pdf ).
Otra cosa bien distinta es que quede meridianamente claro a cuánto asciende ese patrimonio.
Aclarémonos, las cifras dadas corresponden al importe individual de cada declarante, pero en el caso de parejas en gananciales, ya es el doble. Si el régimen de la pareja es de separación de bienes, no hay que declarar a cuanto asciende el patrimonio del cónyuge. Y, en ningún caso, el de los hijos mayores de edad o emancipados. O los hermanos, sobrinos, cuñados o amiguitos del alma...
Como primer paso está bien, pero es incompleto. Por lo que solo sirve como "lavado de cara".

Entrando en materia; es decir, cotilleando un poco no deja de sorprendernos que una buena parte de "ministras" están en quiebra técnica. Por ejemplo, Carmen Chacón, Trinidad Jiménez y Bibiana Aido tienen más deuda que activos. Como son relativamente jóvenes, les concederemos el beneficio de la duda e imaginaremos que están "construyendo" un patrimonio que, de momento, está hipotecado.
Sin embargo, en el caso de Pepiño (llamado así de forma coloquial) Blanco y Celestino Corbacho están prácticamente con un saldo escasamente positivo. Y ya llevan años de currele a sus espaldas.
Asimismo, nada menos que Francisco Caamaño, letrado del Constitucional, con su cátedra y su pase por diversas responsabilidades de alto nivel tan solo declara un patrimonio de 70 Keuros. Lo mismo que el sr. Chaves, después de tantos años como presidente autonómico.
O son unos dilapidadores (en el buen o en el mal sentido), o tienen situaciones familiares complicadas, o no saben administrarse, o les han estafado o engañado o... vaya ud. a saber, pero aquí hay algo que no cuadra.
Así que, para que nadie empiece a mosquearse, que ninguno tenga un falso pudor y actúe como Miguel Sebastián o Pérez Rubalcaba o la Garmendia. Que el ser socialista no está reñido con tener un cierto patrimonio, sobre todo ahora que todavía mantenemos un cierto valor inmobiliario.

No reconocerlo equivale a ocultarlo y eso no es bueno.

No hay comentarios: