martes, 7 de febrero de 2012

Los intereses creados


Estos días estamos oyendo, y leyendo, en los medios de comunicación que hay un cierto enfrentamiento entre los responsables de las dos carteras económicas del actual gobierno, de Guindos y Montoro.
Hay quien dice que la falta de sintonía se debe a la envidia de algunos ministros, que consideran que se han ganado a pulso el sillón gracias a su aportación desde el partido al triunfo en las urnas, de ver junto a ellos al que consideran un afortunado que, sin comerlo ni beberlo políticamente hablando, disfruta del mismo éxito profesional.
Con independencia de simpatías, inclinaciones, celos o dudas, cuando leo la exigencia, lógica y razonable, del ministro de Economía obligando a las instituciones financieras a regular sus balances valorando los activos inmobiliarios por su valor de mercado, lo que implica hacer unas dotaciones de 50 KMeuros antes de fin de año, ya puedo imaginar las tensiones en el consejo de ministros.
Vamos a explicarnos, los pisos que se han tenido que adjudicar (o no han podido vender sus promotores) están tasados a precios de antes del estallido de la burbuja, o más bien globo, inmobiliaria. y ese es el valor que reflejan los estados de cuentas de las entidades crediticias, con el consiguiente apunte en su balance, como activo patrimonial.
Contabilizar el valor de esos inmuebles, para poderlos vender y realizar esos activos, significa realizar los ajustes de actualización al precio de mercado lo que pasa por declarar como pérdida del año el diferencial entre lo contabilizado "antes de" y "después de" ajustar esas cantidades.
Y eso es exactamente lo que, con mentalidad profesional y técnica, está exigiendo el sr. de Guindos.
Hasta aquí muy fácil. Se valoran los pisos a los precios que se pueden vender y se venden. Y empieza a circular nuevamente el dinero. Pero vamos a ver cuáles son las consecuencias "colaterales" de esa medida de saneamiento.
En primer lugar, las entidades financieras que hagan ese "examen de conciencia" de su balance, se van a encontrar que tienen que declarar unas pérdidas en este ejercicio que se van a llevar por delante los resultados reales de la actividad del año dando un resultado negativo. En consecuencia, los accionistas verán como se derrumban las cotizaciones de sus acciones, los gestores serán puestos "de patitas en la calle" por sus respectivos consejos de administración y los impositores, alarmados por lo que está ocurriendo donde tienen sus ahorros, acudirán rápidamente a retirar sus fondos no sea que se queden sin un duro. Aplicable también a las escasas Cajas que quedan, en las que los políticos que encumbraron a los puestos de responsabilidad a sus adláteres, tendrán que ruborizarse (?) por la gestión de sus protegidos.
Pero no acaba ahí la cosa, asistiremos al debilitamiento del sistema financiero que venderá sus activos (tóxicos ?) inmobiliarios... pero a quién ?, a ciudadanos que pagarán al contado esos bienes, lo que permitiría que fluyese nuevamente el dinero para financiar la escasa actividad económica de las empresas ?, o serán nuevas hipotecas las que se constituyan, con lo que el dinero "circulará" por balances, créditos....siendo "virtual" y no existiendo en la vida real en forma de billetes contantes y sonantes ?
Por si fuera poco, reducir en 50 KMeuros los beneficios de la banca implicará un pago de unos 15KMeuros menos a la hacienda pública cuando, el próximo año, tengan que liquidar el impuesto de sociedades. Ahí si veo el posible enfado del titular de Hacienda pues dispondrá de una recaudación menor para hacer frente a los gastos del Estado.
En definitiva, todo está relacionado. Mover un peón en un sitio, significa descolocar otro en otra parte. La pregunta es: quién pondrá el cascabel al gato ?. Conseguirá Rajoy, como presidente del gobierno implicado directamente en coordinar a los ministerios económicos, la cuadratura del círculo ?
No creo que haga falta apuntar la respuesta, pero así........está el patio.

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